Me parece increíble la obstinación del Ministro de Justicia, Juan Fernando López-Aguilar, o del mismo titular de Defensa José Antonio Alonso en desmentir que el gobierno negocia con ETA.
O lo que es lo mismo, lo que denunciaba la cadena COPE esta semana: Los presos de ETA van a volver a Vascongadas...
Desgraciadamente, a este tipo de gente, no se le cae la cara de vergüenza, porque, como diría Forges, “los hay with Rostro”. Son capaces de no claudicar ante la evidencia. Y sino repito las palabras de la vicepresidente Fernández de la Vega sobre los impuestos sanitarios: “No subimos los impuestos. Los suben las comunidades autónomas”.
Es un denominador común de los políticos, no se crean. Era una práctica muy del gusto de Aznar, endiosado por su mayoría absoluta. Sin embargo, no me nieguen ahora que entre los integrantes de PSOE, Ezquerra, Izquierda Unida es casi lo que te esperas.
A más izquierda, más incoherencia: la vicepresidenta hablará de impuestos, pero la “izquierda abertxale” habla de “raza vasca”, “Pueblo vasco”, y, agarrese, de “normalidad democrática”. ¡Los mismos que tiran las bombas en la calle! Y lo mejor, con lo que uno se queda es la cara de Póquer de Otegui, al contarte la milonga.
El problema, ya se sabe, no es la persona, sino la espantosa ideológica, basada en falacias, que es el Marxismo, y que lo mismo te habla de la liberación del pueblo, como de la autodeterminación de la nación vasca. Mientras sigamos dando aire a este tipo de pensamientos, seguiremos siendo el caldo de cultivo de estos gérmenes ideológicos, que hablan de igualdad y acaban con la justicia.
Miguel Vinuesa
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