Que los dictadores se sienten a sus anchas en España ya no era un secreto de estado desde que el iraní Amahdineyad se empeñó en que la Reina Sofía se pusiera un velo en una recepción que le daba en Madrid, y desde que a la Mona Chávez le regalaron un espadón... acero toledano, que por lo visto no tiene mucho.
No tiene nada que decir... y mucho que esconder. Foto: ElMundo.es
Claro, Obiang ha pensado que "para guapos, yo", y como da la casualidad de que se ha descubierto petróleo en esas riberas, pues mira tú qué fácil hacerle la pelota, ¿no?
No nos vamos a cansar de resaltar la mediocre actuación, en primer lugar, del ministro Desatinos, de su jefe ZP y esta vez el tirón de orejas también para Mariano Rajoy, cuya falta de visión le ha llevado a hacerse la foto, más sólo que la una, con semejante individuo.
Y es que Obiang, aunque traiga "regalos" no deja de ser un déspota, un monstruo, y un sádico que, como no podría ser de otra manera, se encuentra tan a gusto en tierras de ZP. Y no deja de ser cínico por parte de los partidos mayoritarios el dedicarle tiempo, tiempo y "agenda", porque se suponía que sólo venía a ver al Rey, y que algún imbécil en Moncloa recibió una llamada de otro imbécil en Santa Cruz (Ministerio de Exteriores), diciéndole que como el Rey cenaba con Obiang, como no iba a almorzar ZP con él?
Lo mejor, la justificación que se dio desde Presidencia: "Es que el Gobierno tiene que seguir el protocolo del Rey". Frase de Moraleda, que es un inepto... Bien podría reemplazarlo alguno de los diplomáticos que están hoy por hoy en Moncloa, porque peor no lo van a hacer... Y dado los antecedentes que conozco de primera mano, hasta lo harían bien.
