Que el Fiscal General del Estado es un impresentable lo saben hasta los pingüinos del Polo Sur ; que el que lo nombró, y que es Ministro del Interior, tiene aún más habitos mafiosos que su lacayo, también es sabido. Lo que hasta ahora se nos escapaba es la dimensión más crudamente amoral cuya más evidente manifestación es la vicepresidenta Fernández de la Vega. Sí, sí, la "Iguana"...
Eduardo Fungairiño, ya ex-Fiscal Jefe de la Audiencia Nacional, ha dedicado buena parte de su vida a la justicia, y estos últimos 20 años a la lucha antiterrorista, que ha sido muchas veces el caballo de batalla de los partidos políticos en las elecciones democráticas. Ahora se le recompensa no solo con una "prejubilación forzosa", sino además mintiendo bellacamente sobre la causa de su salida de la fiscalía.
Por supuesto, de los medios de Prisa, lejos de reconocerle su labor pasada, se lo insulta, diciendo que su labor ha sido "polémica". Los redactores Lázaro y Yolti se pueden ir a insultar a las madres de los militares (por ejemplo), o a lo mejor a la "puta España", si son fans de Pepe Rubianes.
Una estrategia del terror, según algunos, para que al tiempo que la dimisión la firma el propio Fungairiño, pero que mantenga aterrorizados a los demás fiscales. Pumpido quiere las cosas claras: o haces lo que te digo, o coges la puerta y te vas. Y no señor, no son formas de licenciar a una persona que tanto ha hecho por España.
Es una tesis a la que me adhiero, por falta de información más que por otra cosa. Una falta de información que ya es recurrente y característica de este gobierno "del talante". Como decía un pariente sevillano, "Llévatelos. Llévatelos a todos, Señor..."
Miguel Vinuesa
Saturday, February 04, 2006
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