Cerramos una semana y volvemos a escribir el Weekend Update, con una serie de frases que nos remiten al miércoles y que demuestran la cara dura de algunos personajes públicos que tildan de “extrema derecha” más o menos todo lo que sitúe a la derecha de su pensamiento, que debería ser el único existente para ellos.
A Rodríguez Zapatero lo mismo le da ocho que ochenta, porque como le gustan las preguntas del PP en las sesiones de control, simplemente responde con retórica, o mejor dicho: no responde, sino que habla. Habla y dice lo que bien le viene en gana.
¿Y eso es una sesión de control? Porque si lo único que vamos a hacer es llenar páginas de periódicos, de blogs, copar horas de radio y de televisión… entonces nos damos cuenta de que esto de democracia y de talante tiene poco. Que son palabras huecas, para engatusar a una opinión pública a la que esto se la refanfinfla, porque no se dan cuenta de lo que se les echa encima.
La gente se queja, pero no ve el problema. Al “ciudadano” al que tanto se alude desde el estrado parlamentario le preocupa llegar a fin de mes, que no llega. Le preocupa pagar su hipoteca, que no puede, y le preocupa mantener un nivel de vida que rara vez puede materializar (a menos poder adquisitivo, menos expectativas cumplidas), pero todo esto es insuficiente para darnos cuenta del fondo.
El fondo de una ministra incapaz de frenar la supuesta burbuja inmobiliaria (que no, no explota aún, ni parece querer hacerlo), el fondo de un ministro de economía que sabe que sus presupuestos no se van a cumplir, porque los siempre cambiantes socios de gobierno así se lo exigen.
Esto es lo que hay, y si no quieren darse cuenta de que el problema es Zapatero, mal andamos.
Miguel Vinuesa.
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