El Mundo. ¡Que pidan Burgos!

Los lobos batasunos rara vez han faltado a su cita con la Historia. Una sucesión, por cierto, de ignominia tras ignominia, de asesinato tras asesinato, y de la que ya no queda rastro, si alguna vez lo hubo de “movimiento de liberación nacional” como algunos bautizaron a los terroristas en ansias de su aprobación

Una vez más el estado de derecho flaquea en su deber de arrinconar a estos salvajes, y lo hace de la mano de ZP, conocido por su nulo amor a España, a la que tanto él como los batasunos se emperran en llamar “este país”. Y debido a estas vacilaciones, los terroristas y sus simpatizantes están crecidos.

En las cárceles, encabezan chantajes para reírse del sistema que los encarcela. En los tribunales, los fiscales timoratos rebajan sus peticiones de penas, siguiendo ordenes del infame Conde Pumpido. En la calle, huyen de las fuerzas policiales, incapaces en España de llevar una lucha adecuada, bien por desidia, bien por “ordenes de arriba”, y cuando son arrestados, nos queda la sensación de que “se dejan coger”.

Los terroristas hacen bien su trabajo, con una meticulosidad típica en toda iniciativa de mal. Torturan a la parte de la sociedad que no calla ante la amenaza, hacen pintadas delante de sus casas, causan destrozos… y el estado no reacciona.

No nos extrañe pues que ahora, viendo el momento histórico, los batasunos llamen por fin a la unificación de “Euskal Herría”, al verdadero Anschluss de Navarra y las “provincias francesas”.

Evidentemente, Francia no pasa. Rara vez les ha tolerado sus bravatas, y no está dispuesta a eso. Pero ¿Con qué legimitidad puede reaccionar el estado español? Les estamos permitiendo todo, ¿y ahora les vamos a decir que no? O se da un giro de 180 grados a la política antiterrorista, y se hace caso al PP o me veo en el peor escenario imaginable.