Saturday, November 05, 2005

EL PAÍS Lo único que queda por hacer

A esto se ha llegado. A tener que recurrir, con poca esperanza, lo admito, a los jueces. Y todo para que diriman por los cauces de la justicia algo que los políticos no parecen ya dispuestos a respetar. La responsabilidad política ha desaparecido. Ahora reina el talante.

El Estatuto se va a aprobar, nos guste o no, porque tiene no solo el apoyo de PSOE y el "conjunto de las fuerzas políticas de Cataluña", una mayoría que ya sabemos sobradamente que le permite a Zapatero mantenerse a flote en lo tormentoso de su gobierno. Todo indica que ahora toca devolver el favor. Y solo cabe vaticinar sobre los escenarios posibles, ya que no se plantea la alternativa de tramitar este asunto como Reforma Constitucional, lo que sería hacer caso de las propuestas de "la derechona".

Podríamos encontrarnos con una "independencia de facto" Catalana, que no debemos confundir con una independencia de jure, es decir, formal, como la de cualquier país emancipado en el Siglo XIX. Estamos hablando de algo más siniestro que los "folklóricos Países Catalanes", producto de una enferma mentalidad cantonalista, que fue el reflejo del peor momento de nuestra historia, la implosión de la Nación Española. Hablo de una conquista tácita de Cataluña sobre España, de un dominio absoluto en el plano energético y comercial, que situaría a Cataluña en una posición no ya de ventaja sobre las demás regiones, sino en una posición de soberanía.

Ya está ocurriendo, y una de las reacciones de la opinión pública ha sido el boicot contra el cava primero, y luego contra todo lo producido en Cataluña.


Más improbable, pero más cuadrando los deseos (públicos) de ZP, sería estatuto light que satisfaga las ansias más simbólicas, aunque para mí que eso no se va a dar, teniendo en cuenta la presión que ya llevan a cabo los "socios" de este gobierno. No pensemos ya en una disolución de las Cortes.

Si al final se aprueba el Estatuto, no vamos a tener "Una España más plural, como sostiene Zapatero, sino una España que va a estar a lo que Cataluña le diga. Unos Paises Catalanes de Iberia.

Miguel Vinuesa

No comments: