Néstor Kischner (Kiffffner, para los amigos) y José Luis Rodríguez Zapatero son lo que los astrólogos llaman "almas gemelas", pero no en el sentido convencional, sino en que han nacido para vivir vidas paralelas, pese a lo cual no son amigos íntimos. No tanto, al menos, como cualquiera de los dos lo son de Castro o Chávez.
Es increíble como las respectivas carreras políticas de estos dos merluzos se asemejan. Tanto que cualquiera diría que se cambian de careta para gobernar en España o en la Argentina.
Vayamos por partes, como dijo Jack el Destripador:
Precedentes: En una situación política normal, ni Kischner ni Chávez hubieran superado las primarias de sus respectivos partidos, de tendencia casi uniformemente de Siniestra. La situación trágica que sufrían tanto el PJ como el PSOE hizo que surgieran "candidatos de consenso", es decir "elijamos lo menos malo". Para los argentinos, fue el discípulo (revelado un) rebelde!) de Duhalde, y para los españoles, un discipulillo de provincias de Felipe González...
Elecciones: Ni en Argentina ni en España se puede decir que se viviera en "normalidad democrática" en esos momentos. En el país latinoamericano, López-Murphy no se presenta aún como una alternativa respaldada popularmente, y solo los 18.000 candidatos del PJ se disputan los despojos... como buitres. Pese a lo cual, luego insisten en que el partido está unido. El ascenso de Zapatero es más tétrico: después de un año manifestandose contra Aznar, los atentados del 11-S y la manipulación mediática del grupo PRISA, cuyos medios son los que más audiencia tienen, le sirven en bandeja las llaves de la Moncloa.
Amistades peligrosas... y enemigos aún más peligrosos: De sobra conocida es la afición común por el último régimen comunista "puro" de ambos gobiernos. A eso se añade que comprar petróleo a Venezuela resulta más "politicamente correcto", según ellos, que hacerlo a los decadentes monarcas saudíes o a los imperialistas americanos... Que evidentemente, toman cartas en el asunto. Bush jr. no se ha parado a hablar con ninguno de estos dos personajes más de 2 minutos. ¡Cronometrado!
Despotismo democrático-populista: Se podrá alegar que tanto K como Z son tontos, pero no. Son malos, malos malísimos. Y sino vean como uno se cubre de "poderes especiales", y el otro de "talante" para hacer que escuchan y luego hacer lo que les da la gana. Es casi grotesco, si no tuviera el componente trágico de que esa gente rige países, no aldeas, y que sus decisiones nos afectan a nosotros. De eso se olvidaron.
Y podríamos seguir durante páginas y páginas... pero no valdría la pena. Ya los conocen como si fueran hijos suyos.
Saturday, September 17, 2005
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