Dado el abismo que separa al gobierno de la oposición/resistencia del PP, no sorprende que haya semejante intercambio de "piropos" entre Mariano Rajoy y Mª Teresa Fernández de la Vega. La soledad del PP en la oposición, sin embargo, empieza a ser preocupante. No porque sea imprescindible que tenga aliados. Después de todo es el segundo partido más votado en toda España.
Lo malo de la soledad es la imagen social que genera. Un partido que se iza en "resistente", en "depositario de los intereses de la mayoría de los españoles" corre el muy palpable riesgo de radicalizarse, hasta el punto de no distinguir la realidad de los hechos, que es cruda y preocupante. De hecho, aunque muchos acusen a Acebes y Zaplana de ser unos radicales, las concesiones a lo que Rajoy llama "socios de gobierno" son muy evidentes.
Ayer la vicepresidenta ha dicho que "se ha cruzado el límite". temamos pues la ira de Doña Mª Teresa, que se ha enfadado con Rajoy. De la Vega sigue aferrándose a un ya finiquitado paco antiterrorista, que han terminado, pero que resucitan cada vez que les conviene. Cuando se trata de no dialogar con ETA, ahí el pacto está muerto y bien muerto.
La verdad es que para ejercer la política en estos tristes días en que se ha convertido en un monólogo -pero sin gracia- hay que tener mucho rostro. O tiene poca memoria, o la Sra de la Vega estaba hibernando cuando el PSOE se echó a la calle por cada parpadeo que hacía Aznar. Si eso no es oposición irresponsable, yo no sé que es lo que esta señora entiende por eso. Y dado que las sesiones de Control en este primer año de Legislatura se han convertido en puro teatro, francamente entiendo que Rajoy esté usando las mismas armas que le impidieron a él ocupar el sitio de José María Aznar en la Moncloa.
Saturday, July 09, 2005
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