Ojalá esta columna sirviera para cambiar la Argentina. Ojalá pudiésemos encontrar aquí un sistema de impedir tanto el fraude como el mal gobierno, pero hay que ser realistas: no podemos. Sobre todo con este gobierno...
Pero lo que sí puede ser es que se denuncie esta lamentable situación desde estas páginas. Y creanme, hay estopa para todos.
los problemas tradicionales de la Argentina, se han juntado con la desconfianza en el sistema que tiene una "inmensa minoría", hasta el punto en que no se pagan impuestos "porque total me roban". Es inadmisible, en ese contexto, exigir unos servicios públicos decentes, porque las cosas no se hacen solas, simplemente.
Aquél que toma un tren en Haedo, en Capital, y lo llama "basura", y además no paga impuestos, no tiene derecho a quejarse. De hecho, no debería (de seguro no lo hace) ir a votar. El problema es global, pero la proporción en la Argentina se sale de todas las escalas. ¿Porqué? La primera justificación es la de una deprimentemente corrupta clase política. Es falaz, pero tiene su qué de verdad.
No obstante, las cosas no se arreglan saliendo del sistema y convirtiéndose en un evasor, sino en saneando la vida pública. Hace 100 años podríamos pensar que el fraude habría hecho permanecer en el poder a esta gente, pero hoy, sábado 17 de 2005, ese planteamiento queda atrás.
¿Quieren que no les roben? Echen a este gobierno. A su gobernador, al intendente de turno y tomen las riendas del país.
Gracias a Dios la Democracia permite esto. En algunos lugares más que menos, pero si me hablan de no pagar impuestos "porque son chorros", me pueden creer que esos "chorros" no se van a interesar por usted. Defienden los intereses de unos pocos pero ante su voto no pueden nada.
Miguel Vinuesa
Saturday, December 17, 2005
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