EL MUNDO Volvemos a la época dorada

Parece ayer cuando Felipe González cesaba ministros para no salpicarse de sus casos de corrupción. Solchaga, Narcís Serra -nunca Eduardo-, y la lista sigue... Claro, esta nueva generación socialista no podía ser menos y amén de una incompetencia demostrada, ha tenido que ser el charnego el que denote tener las dotes más desarrolladas para esto de la prevaricación y el robo.

Sobre todo porque hasta ahora ningún ministro había corrido los riesgos que ha corrido este. Cobrar 100 millones, por desgracia, ya no sorprende, pero sí retrasarla publicación un BOE hasta el Martes para "autoenmendar" una ley. Desde luego, si este hecho se revela cierto, D. Pedro J. está arriesgando aquí el pellejo, porque ha pillado a un Ministro haciendo lo nunca visto.

Y no. No va a dimitir.

No lo hará porque ya no hay vergüenza entre estos políticos, estos analfabetos integrales que componen el gobierno, "rojos" de solemnidad -pero de escasa profundidad intelectual-, cuya máxima aspiración fue una portada de Vogue... No. Montilla, con su 100 millones, no es distinto de los demás. Es uno de muchos, que no ha sabido ser discreto. Y tarde o temprano terminarán saliendo a la luz todos los casos. Y no irán más allá porque, en el caso de que salgan, estará el señor Bacigalupo para exonerarlos.

No va a dimitir porque la corrupción que 13 años de socialismo instalaron en España ha llegado ya hasta el tuétano del asunto. Cuando el propio presidente Tribunal Supremo se niega a comparecer ante el Congreso de los Diputados, erguido en Comisión McArthy, alegando la ingerencia del legislativo, nos damos cuenta de que ni separación ni leches, de que si este gobierno lo puede controlar todo lo hará. Y todo ello con la vista puesta hacia la impunidad de sus miembros.

Y sino, ya saben. Kelifinder.com y te llevas las zapatillas.

Miguel Vinuesa